Te vas a sorprender al descubrir la cantidad de ideas que puedes tener para seducir a tu cliente.
A menudo puedes sentir que te cansas de comunicar lo mismo, o que no tienes ya ideas nuevas. Pero no es así.
Un mercado, un atardecer, una reflexión, un nuevo producto o servicio, un paseo, un café.
Selecciona bien y siempre con coherencia y consciencia. La clave está en hacer sentir a ese cliente ideal que tienes.
A veces la espontaneidad de un mensaje resulta en fresco, pero hacer un catálogo de momentos de inspiración (o como tu quieras llamarlo) te servirá para volver a ello cuando lo necesites.
Te unvito a que llenes los cestos de la foto con tus ideas inspiradoras…