Hemos llegado hasta este punto con mucho esfuerzo y tiempo dedicado. Tu marca ahora vive en ti de otra manera que antes. Entiendes a tu cliente, tu misión y valores, tu propósito e impacto en la sociedad.
Decenas de conceptos que flotan en tu cabeza y que poco a poco van tomando forma en tu marca. Y este es sólo el comienzo de la transformación que tú quieras hacer con tu proyecto, el límite lo marcas tú.
Siempre me dicen que mi marca de joyas es “muy bonita”, y después de mucho tiempo he logrado entender qué se esconde detrás de este piropo.
Lo que sucede realmente es que he conseguido comunicar con coherencia y tengo un mapa creativo que me guía a la hora de crear esta estrategia de comunicación. Esto es lo que mi audiencia llama belleza, o lo que dicho en otras palabras es bonito.
La belleza de una marca, como todo, se trabaja. Es fundamental. Entiendo que te puede sonar algo confuso. Te explico.
Si no trabajas la belleza de tu marca, nos vamos a perder gran parte de tu trabajo. La belleza es un concepto abstracto que tu defines para tu marca. Yo ni nadie puede hacerlo.
Pero una vez lo has encontrado, se convierte en tu aliado. En tu mejor compañero de viaje.
La belleza de una marca es subjetiva en ciertos aspectos, pero no en todos. Se trata de un concepto sutil y poderoso. No lo dejes pasar por alto nunca.
Es por esto que he creado un módulo específico para penetrar todavía más en que hagas lo que hagas, hazlo bonito.
Vamos a por ello,